Era Digital: la adicción a internet

Hace unos días me llamó la atención un artículo que contaba como un grupo de estudiantes, desafiados por su maestra, habían decidido apagar sus celulares y desconectarse también de internet durante siete días. Los adolescentes, que al principio no contaron ni siquiera con la credulidad de sus padres, al final lograron desconectarse por completo de la vida online y se han hecho el propósito de seguir con la buena costumbre una vez a la semana. 

Y es que gracias a las nuevas tecnologías y a internet se ha extendido el número de las adicciones. Diario el Clarín, de Argentina, nos comenta los resultados de un estudio realizado por especialistas de universidades e instituciones belgas, francesas, alemanas, inglesas, irlandesas y canadienses, que demuestran la facilidad con que los niños y adolescentes adquieren adicción a los videojuegos. Otra estudio realizado esta vez en la China demuestra que el uso desordenado de la red no sólo altera el comportamiento, sino que modifica el cerebro, en especial la materia blanca, es decir la que contiene las fibras nerviosas. El problema es tan grave que ya en muchas casas de salud alrededor del mundo se ofrece terapia para quienes padecen la adicción. Es el caso del hospital Capio Nightingale del centro de Londres que dice haber concebido un programa para tratar la “Young Person’s Technology Addiction” (Adicción tecnológica de los jóvenes).

No quiero ser alarmista porque somos parte de la era digital lo queramos o no, así que no podemos pretender demonizar internet. Sin embargo tampoco podemos ser ingenuos o querer tapar el sol con un dedo. Es evidente que el uso desordenado de ésta herramienta es altamente perjudicial y es necesario tomar cartas en el asunto. Creo que el ejemplo que nos dan los estudiantes con el “ayuno de red” nos puede ayudar a todos. Quizás así descubramos si aún somos capaces de vivir offline.

Porque el fin no justifica los Medios.

P. César Piechestein